Mis gatos de siempre...
Ya no somos, éramos
Porque hace más de un año con la aparición
gatuna por vivir en el campo, cambiaron los hechos por completo en nuestra rutina diaria. Disfrazada la historia que se venía encima, ignorada realidad tras mis
propios ojos, parecía luz resplandeciente llena de libertad y belleza, nada más
que eso, nada más.
En realidad me pareció un regalo de mi
gata Selva, llegado desde el cielo azul no muy lejano, como apoyo
para sobrellevar su reciente ausencia y su marcada compañía por haber sido suya
en su lento viaje. Podría decir que funcionó, no por conseguir olvidarte
claro, pero si por vivir esa novedad de encuentros con pequeñas y confiadas
gatas que se acercaban cada día mas a nuestro hogar y que te
hacían sentir una conexión de complicidad desconocida y
reconfortante.
Ahora
Se con certeza que nuestro tiempo de paz
ha sido robado por la belleza que se siente cuando eres de esas personas, que
sin saber por qué y desde bien pequeña, siempre has amado a estos seres de
forma incondicional, ya que te aportan calma al alma y la comunicación es tan
diferente a la que se tiene con las personas que simplemente es
excepcional.
Recuerdo como si fuera ayer, cuando era
una niña, con mi padre en el sofá viendo un documental, y cuando un
águila capturó un conejo, y exprese mi sentir dolido tan claramente que a
mi padre le salió decirme; Tranquila cariño, que solo está jugando.
También recuerdo que no consiguió tranquilizarme a pesar de su cálido
intento, es lo que pasa cuando algo lo sientes natural, que es real, aunque no
tengas edad de comprender mucho, hay cosas que se ven se saben y el
corazón te dicta lo que hay.
Any y
Búho
Llegan más fuertes que nunca las malas noticias
por básicamente,
la ocupación total de la atención gatuna desde Abril del año 2022, un
no parar que jamás sospeche y que si fuera solo eso no me importaría, pero
todo lo vivido quitando lo bonito, ha sido cargado de esfuerzo, de dolor, de
traspasar barreras que nunca creí que fuera capaz y de estresarme cuerpo y
mente.
No poder parar, ni un respiro, solo seguir
con desaliento, de ir escondiendo las causas por las que me dolía ver lo
incontrolable de la naturaleza, que una gata serian cinco o seis más pasados
unos meses,
Que no era solo una la que estaba
esperando nuevas vidas, por tragarme sola la desesperación de los
trágicos sucesos, por cansar también a los que me rodeaban notando
mil gritos desamparados aparentemente callados, restando estrellas que en este
lugar son sublime regalo y que pocas veces podías levantar la cabeza porque
todas tus tareas aparecían de más abajo.
Todo
esto
Todo esto que escribo no es una queja y no lo será jamás, sé que lo parece, nada más lejos, las cosas vienen y van mientras haces sobre la marcha y lo que es por primera vez, hasta que no lo experimentas desconoces su total realidad. Dejarse llevar no existiría si todo lo tuviéramos que analizar antes de decidir un sí o un no, incluso cuesta reaccionar mientras haces porque no da tiempo a pararse a pensar y sigues el circulo asignado, y vas siendo conocedora en cada suceso, ni antes ni después, son todo un ahora en plural, ahora llegan las bofetadas soportables, ahora sientes el amor absoluto, ahora toma unas risas enormes, ahora debes despedirte, ahora estate para las bienvenidas, ahora son idas y ahora son vueltas pero sobretodo, el ahora permanente es, como diría mi amigo Carlos, Pura Vida.
Todo esto es para quien le venga bien por una misma
experiencia, incluso para que mediten los que puedan estar en una situación similar
y aun no hayan tenido visitas gatunas.
Todo esto es solo para darme a mí un
pequeño trozo de tiempo, para sentarme y escribir, algo que también me
gustaba hacer desde pequeña, escribir por pura necesidad, para no guardarlo
todo dentro.
Era muy solitaria, de silencios largos
mientras me ausentaba del mundo exterior, de pasar buenos ratos jugando con mi gran
compañera, bendita imaginación.
Buscaba el respeto debido a mi movimiento,
hacer las cosas, dejarlas fluir, sin dar paso a la existencia de ser ganador o
perdedor para cualquier entretenimiento, anulando establecidos que me hacían
sentir incomoda en el mundo real, intentando que nada aturdiera mi propio
encuentro, mi ser, que lo simple fuera, sin nada, con todo, sin todo, con nada.
Continuará... como
decía mi querida "Mer" Poc a poc
Porque ahora toca jugar a colgar la ropa
de la lavadora, salir atender a los pequeños que no paran, a sus mamis, a los
otros gatos que son los tíos, los primos, las madres de las madres, a los míos
de siempre, a organizar diferentes alimentos según necesidad en edades o causas…
dudo que pueda volverme a sentar hasta la noche tras esta pequeña parada de
tinta que me ha costado años luz.
Agradecer la ayuda de Refugio Muskaria y de
personas allegadas o amantes de los animales y del reconocimiento que supone
intentar cuidar de ellos.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu reflexión